¡Dios mío! allí están, qué brazos tan grandes y rellenitos todos parecen invitarme, exclamó Isabel en su interior cuando se topó de frente con ellos.
¿Qué hago? mi padre ya está cansado de esta debilidad que me lleva a ir tras ellos, pero no puedo resistir, mi voluntad flaquea, caigo en su dulce atracción; lo sé, no es bueno lo que hago para mi salud, sin embargo estoy totalmente rendida ante ellos.
¡Los amo a todos!
Ya sé, solo por esta semana probare uno a uno y les diré adiós para siempre, Comenzaré con mi brazo gitano relleno de piña que dicen es para las niñas, o el de melocotón que es para un glotón, de fresa para el que tiene pereza o el de manzana que te quita todas las ganas.
No me importa voy a satisfacer todas mis ganas; así caiga en coma mañana
Firma: chica diabética
Si desea participar visite esta página